El uso de piercings bucales asociados a un tratamiento de ortodoncia es una mala combinación desde el punto de vista de la salud dental. Lo mismo ocurre con bolígrafos, pipas y uñas.

Es bien sabido que estos elementos pueden provocar traumatismos y fracturas dentales, desgastes en el esmalte, recesiones gingivales y mal aliento.
El piercing lingual es tal vez el más nocivo ya que el continuo movimiento de la lengua hace que este elemento esté constantemente golpeando los diferentes tejidos de la boca pudiendo producir inflamaciones e incluso infecciones por la retención de bacterias que se producen entre sus partes y por supuesto el peligro asociado de que este se enrede con alguna parte de la aparatología ortodóntica causando lesiones importantes en tu boca.
Desde luego sería una buena idea que te plantees retirarlos de tu boca antes de comenzar el tratamiento.
Consulta con tu ortodoncista, él te explicará todos los riesgos que pueden ocasionarte.